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Al anochecer del día de la Resurrección… se presentó Jesús en medio de ellos. –Juan 20, 19
Jesús elige revelar su Resurrección a los discípulos. Sabemos también por la historia que Tomás no estaba allí, y que Jesús quiso mostrarse así mismo cuando Tomás volviera al grupo. Esto es importante. La Revelación por lo general llega a un grupo. Podríamos considerar esto la próxima vez cuando estemos convencidos de que Dios nos dice algo que nadie ha descubierto todavía.
Esto puede sonar como algo negativo para el 50 por ciento de nosotros que son introvertidos. A los introvertidos les gusta procesar las experiencias de manera aislada, ya que se enfocan mejor cuando están solos. Los introvertidos también protegen su territorio, son reservados y prefieren no emitir una opinión hasta haber reflexionado. Ellos prefieren la vida interior al ruido constante del universo. Quizás es por eso que Tomás se ausentó esa noche. Tal vez no podía aguantar un minuto más lo que sucedía a su alrededor. Él necesitaba pensar. Sin embargo, consideren esta posibilidad, mis amigos introvertidos: Jesús ofrece la paz y el perdón a través de la Iglesia, que es una comunidad.
¿Por qué las revelaciones públicas pueden ser más útiles que las privadas?
¿Por qué es la santidad un trabajo de las comunidades y no de las personas?
Oremos… Ven Espíritu Santo y llena la Iglesia con los dones sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Has que los dirigentes de éste país, ya sea que se sienten en el santuario o en los bancos, nos enseñen a todos el significado de la vida santa que necesita el mundo. Amén.
Debido a que El Evangelio en el hogar hace una pausa durante los meses del Verano, tomaremos nuestras reflexiones semanales de Para meditar las lecturas dominicales.
Imagen: Good News Productions International and College Press Publishing