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El 1.o de septiembre es la Jornada Mundial de Oración por la Creación. También es el inicio del Tiempo de la Creación que termina el 4 de octubre, en la fiesta de San Francisco de Asís, el santo patrono del medio ambiente.
A continuación, presentamos un fragmento basado en una publicación del blog OCP sobre San Francisco y su amor por la creación de Dios:
El 18 de junio de 2015, el Papa Francisco publicó su segunda encíclica, Laudato Si´. El título viene de la primera línea del Cántico al sol de San Francisco (también llamado el Cántico de las criaturas). El Papa Francisco comienza su encíclica con las palabras de San Francisco: “Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba”.
Por medio de Laudato Si´, el Papa Francisco invita a todos los católicos a cuidar el planeta, a ser más conscientes de “nuestra casa común” y nos recuerda que, como seres humanos, somos responsables por ella.
Cuidar el medio ambiente incluye apreciar todos los dones que la madre tierra nos comparte, por lo que el Papa Francisco también nos anima a priorizar la manera en la que interactuamos con la naturaleza y a ser “protectores de la obra de Dios”.
El 4 de octubre de 2023, el Papa Francisco publicó Laudate Deum: Exhortación apostólica a todas las personas de buena voluntad sobre la crisis climática.
Acompáñenos a orar esta hermosa oración y piense cómo puede animar a los niños bajo su cuidado para que cuiden también nuestra casa común.
Cántico al sol de San Francisco
Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.
(San Francisco de Asís 1182–1226)
Imagen: Randy Greve (CC BY 2.0) via Flickr.com