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Cuando escuchamos que debemos cuidar la creación de Dios, posiblemente se nos vengan a la mente diferente maneras para hacerlo: reciclar, reusar, reforestar, educar a la gente. Pero hay algo más básico y poderoso que podemos agregar a la lista: la oración. El 1.o de septiembre, la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación. Este importante día da inicio al Tiempo de la Creación, un período de oración y acción sostenida que se extiende hasta el 4 de octubre, la Memoria de San Francisco de Asís. El tema y la invitación para la celebración de este año es “Semillas de paz y esperanza”.
En su mensaje con ocasión de este acontecimiento, el Papa León cita al Papa Francisco: “Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana” (Sobre el cuidado de la casa común (Laudato Si’), 217). El Papa León continúa diciendo: “Trabajando con dedicación y ternura se pueden hacer germinar muchas semillas de justicia, contribuyendo así a la paz y a la esperanza”.
Unámonos a San Francisco de Asís y cantemos: “Alabado seas, mi Señor, por todas tus creaturas” y cantemos con el salmista, “Que todo lo que respire alabe al Señor”. Amén.
Imagen: Chayanon phumchuai/Shutterstock.com